martes, 18 de marzo de 2014

Mejillón de Galicia: un producto sabroso y saludable

El “Mejillón de Galicia”, Denominación de Origen Protegida, ha sido protagonista estos días en el XXVIII Salón de Gourmets, celebrado en Madrid del 10 al 13 de marzo, donde Galicia contó con un gran pabellón agrupado para dar a conocer sus productos de calidad, entre los que destaca, por supuesto el mejillón. Los visitantes al salón pudieron degustar este molusco en diferentes presentaciones, tanto fresco como en conserva, y comprobar las cualidades de este saludable y completo alimento.

Su gran aporte de vitaminas (C, D, B1, P y Provitamina A), proteínas (100 g de mejillones proporcionan la cuarta parte de las proteínas diarias que necesita una persona adulta), minerales (calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo y yodo), carotenoides y Omega-3 hacen que este producto pueda ser incluido en cualquier dieta saludable, ya que, además, su aporte calórico es muy bajo (62 calorías por cada 100 g).

La vinculación de Galicia con el mejillón viene de lejos. Según fuentes del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, ya se tienen noticias en el siglo VIII a.C., cuando las primeras poblaciones celtas en Galicia aprovechaban la bajada de la marea para recuperar estos moluscos e incluirlos en su dieta. Ya en el siglo V d.C., su consumo se fue extendiendo hacia el interior de la Galicia romana.

En principio, no existía un cultivo en sentido estricto. Había zonas determinadas, sujetas a un régimen de concesión, donde algunas familias recogían los productos.  cuando comienza a cultivarse. Ya en el siglo XIX comienzan a cultivarse y, en el XX, se intensificaron los intentos de lograr un cultivo estable en cercados o estacas. Por fin, en los años 40, se inició el gran desarrollo de la viticultura gallega, cambiando el método de las estacas por el cultivo suspendido. En 1945 se fondea la primera batea en la ría de Arousa y, poco tiempo después, se empieza a extender por el resto de las rías.

Hoy en día, existen más de 3.300 bateas dedicadas al cultivo del mejillón en aguas de las rías gallegas. Las bateas son estructuras flotantes constituidas por un entramado de madera de eucalipto, de forma más o menos rectangular, sobre el que se atan las cuerdas de mejillón. Representan un peculiar sistema de cultivo que permite que, durante más de un año y medio, el mejillón viva y crezca en su hábitat, alimentándose exclusivamente de los abundantes nutrientes que portan las corrientes marinas.

Un producto natural, sano y con múltiples formas de preparación
Desde su simple cocción al vapor hasta sofisticadas cremas, el mejillón de Galicia admite múltiples preparaciones.

Nosotros hemos elegido una recetas propuesta por el Consejo Regulador “Mejillón de Galicia” para que podáis prepararla en casa. Se trata de unos Mejillones con crujiente en salsa de gambas, un plato sofisticado con el que podréis sorprender a vuestros invitados. Esperamos que os guste y, recordad que podéis hacer vuestros pedidos online de mejillones y todo tipo de pescado y marisco fresco en www.lamardefresco.es, o visitar cualquiera de nuestras pescaderías (mercado de Chamberí, mercado de Chamartín y Galería Comercial San Pedro).


Mejillones con crujiente en salsa de gambas


Ingredientes (para 4 personas):
• 2 kg de mejillón de Galicia
• 1 paquete de pasta brisa o brick
• 500 g de gambas
• 2 zanahorias
• 2 cebollas
• 2 puerros
• 50 g de harina
• 3 dientes de ajo
• Un chorro de cognac
• Un poco de vino blanco
• Nata de cocinar
• Pimentón dulce
• Aceite de oliva
• Sal

Elaboración:

Ponemos a cocer los mejillones y, una vez cocidos, reservamos el agua de la cocción.

Comenzamos elaborando la salsa de gambas. Para ello, picamos la zanahoria, el puerro, el ajo y la cebolla y lo rehogamos todo junto en una olla. Por otro lado, pelamos las gambas, las machacamos en un mortero, las salteamos y flameamos con el cognac en una sartén. Este puré de gambas lo añadiremos a las hortalizas rehogadas. Ligamos la mezcla con un poco de harina, un chorro de vino blanco y remojamos todo con el caldo de cocción de los mejillones, y con 100 gramos de carne de mejillón. Se añade sal y se deja cocer todo durante una hora y cuarto. Pasado ese tiempo, se corrige el punto de sal, se añade un poco de nata de cocinar para suavizarlo, se tritura con la batidora y se tamiza pasándolo por el chino.

Se hornea la pasta brisa en porciones, dándole la forma que se desee (por ejemplo, unos canutillos o unos triángulos). Se añade el resto de mejillones a la salsa y se decora con la pasta brick horneada. Si lo desean, pueden añadir unas láminas de ajo frito y un chorro de aceite de oliva.

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